El caballo que tarde 4 meses en llegar a la meta**

...un animal supremo,si señor como no!, café como un capuchino mal preparado, de esos que de verlo te dan ganas de comprar una cerveza en su lugar, era flaco en su existencia, denotaba una anorexia espiritual magnanima, pues no solo sus carnes eran magras, sino que también su ánimo estaba henchido de cierta actitud comparable a los devotos de weight watchers, además sus cuartos traseros, demasiado flacos, bien podrían ser de un chivo, los delanteros tan musculosos que parecen robados de su on?rica sustancia, su lomo peludo arrasado por el sol y las garrapatas que suponen sus cargas existenciales, como aquella que recuerda a su madre asesinada por un insigne taquero deseoso de un nuevo sabor del mes, o aquella que le recuerda que solo se sabe hasta la tabla del seis porque alguien le dijo que no servia para las matemáticas, y el, le creyó. Sin grasa en las carnes, su flacura hacia estallar los sentimientos de mayor piedad, o de mayor lástima, en el observador poco experimentado; Y si, así era este galgo, un canino animal de orejas puntiagudas y hocico reseco, de ojos negros perdidos y anima ausente, sin esperanza de llegar al podio de ganadores, comer croquetas de marca o sentir el abrazo de una corona de ensalada aromática, con ese chistoso listoncito con garabatos que hacían a su dueño querer lamerse sus propios genitales; Porque despues de todo, era un galgo que llegó>