Monday, February 11, 2008

Humedo Resplandor*


Si es posible reincorporarme a este quehacer, aunque debo confesar que me siento hasta cierto punto torpe y sin mucha habilidad para urdir palabras, pero me siento mucho mejor que otros días y claro, dispongo de mi noche para hacerlo.

Me he sentido atada a las raíces del mundo al que correspondo, que a la vez es bastante extraño y tenebroso... yo diría que hasta paranormal. He vivido, he dado vida, he andado y he muerto un poco; Me siento débil sin la soledad de siempre y en un mismo instante me vuelvo aguerrida y llena de jubilo , con nueva piel, palabras más sabias, mas firmes, con real verdad, una voz sale de mi pecho y salpico de saliva estas letras.

Todo se conjuga; el pasado oscuro, los libros de aquella época, las calles, los olores, la gente, mi cuerpo de antes, el de ahora, los amigos y mis sueños... Descubrí lo amargo de la muerte, y este sabor amargo, es también nacimiento, es miedo ante una aterradora renovación.Descubrí que puedo contar historias, después de haber contado muchas, me logre convencer que puedo y que debo contarlas, que necesito sacar lo que en mi pecho llevo, y si vienen a mí las simpáticas fantasías o las maniacas hazañas nunca vividas... las diarreas mentales; debo contarlas.

Es como si en un pozo hubiera caído una piedra, y el pozo fuese mi alma joven y cada uno de los instantes vividos, arrojan algo de luz sobre mí.Por momentos palidecí y el inclemente tiempo me obligo a abandonar la lucha.Durante varios días no pude mover los brazos, ni probar bocado, entonces se me ocurrió pensar que había muerto. Después de tanto hastío termine por creérmelo y entonces morí. Mi cuerpo llego solo a alimentarse de sueños el tiempo estuvo junto a mi como una sombra y lo que no hacia en realidad ni escribía, se convertía fantasía en sueños y me volví una esclava, esclava del tiempo.

Siempre he soñado mucho, pero esta vez, las sombras me robaban fuerzas y vida.Pero hoy, un sentimiento de liberación voló hacia mí como un fuerte perfume, hace tiempo que vengo viendo de nuevo el mundo claro y risueño, se esfumaron los accesos de terror y las palpitaciones que me ahogaban.De pronto todo vuelve a tener su propia excepción, los árboles, los animales, las estrellas, y comienzo a sentirme parte de todo, veo y me integro de nuevo.Tengo más que las anécdotas dulzonas de la maternidad, suntuosamente aderezadas y salpicadas de miel. Justamente esa parte de mi vida pueda ser la que me rescate y me tome de vuelta en el mundo real.

Y tal vez ayudo un poco mi borrachera de la otra noche, en la que llegue con el hígado en la mano. Anduve de farra bebiendo tequila dudoso y entrechocando los vasitos de vidrio grueso.Abrí una ventana que había permanecido cerrada, del otro lado el mundo se media a carcajadas, y los hormigueos de mi cuerpo tal vez relajaron y desahogaron mi almita hinchada de ellas, brotaron como chorros de agua en una fuente.

Reí como nunca, desde el estomago.Canté con sentimiento, lloré de nostalgia y todas mis emociones juntas en esa noche, rompiendo mi pecho, ardiendo de felicidad. Tengo el corazón contento desde esa noche. Y no es que me guste tanto beber, más bien es que me reencontré. El mundo iluminaba de bellos colores, las ideas y el ingenio llegaban de cientos de fuentes. Mi otro yo palmeaba mi hombro diciéndome...: “ ¡ A que muchacha del demonio!”.

No comments: